¿Cómo se practica la CRC?

¿Cómo se practica la CRC? 

Las crisis que enfrentamos son impulsadas por la naturaleza extractiva de nuestro sistema actual—la concentración de tenencia de los bienes, la desinversión de las comunidades, los ataques al trabajador, la degradación del medio ambiente, y el racismo estructural. La CRC confronta y aborda estas tendencias por construir un sistema económico donde la tenencia democrática y comunitaria forma la base de una equidad social, económica, y racial mayor. Lo logra a través de los siguientes 5 pilares de intervención a la economía local:  

  1. Empresas democráticas e inclusivas. Las localidades deben tener múltiples formas de cooperativas de trabajadores y consumidores, empresas sociales, empresas públicas municipales, entre otras, basadas en el reconocimiento de la tenencia del capital productivo como el corazón del poder dentro de cualquier sistema político-económico.

  2. Financiación localmente arraigada. Ciudades e instituciones locales deberían re-direccionar dinero en servicio de la economía real (de producción) a través de bancos públicos y comunitarios, cooperativas e inversiones de las pensiones públicas.

  3. Trabajo digno/justo. Todo trabajador debería recibir un sueldo digno y poder real dentro del lugar de trabajo.

  4. Uso justo del terreno y la propiedad. Las localidades deberían movilizar bienes tales como tierra y otras propiedades para construir riqueza común dentro de las comunidades, devolver el desarrollo de tierras y de bienes raíces a las comunidades, y combatir la especulación y desplazamiento.

  5. La compra progresista. Gobiernos locales e instituciones anclas deberían exhibir liderazgo a través de prácticas de compra que re-localicen la actividad económica, desarrolle el efecto multiplicador en la economía local y ponga fin a la extracción financiera.

Dentro de estos pilares se encuentran varios elementos que ayudan a democratizar las economías locales desde la base. Éstos incluyen: 

  • Fideicomisos de territorio colectivo

  • Instituciones financieras de desarrollo comunitario

  • Cooperativas de trabajadores 

  • Plan de propiedad de acciones para los empleados

  • Colaboraciones entre gobiernos locales e instituciones anclas (como hospitales, iglesias y universidades)

Estos elementos no son invenciones nuevas —han estado beneficiando a comunidades a través del mundo por generaciones. No obstante, mientras producen resultados reales y positivos para la gente, no son transformadores por sí solas, al menos que estén articulados de forma estratégica. Lo que falta en estos elementos individuales es una estratégia cohesiva más amplia. La CRC abarca el panorama completo, implementando cada elemento de forma holística e interconectada tras todos los cinco pilares. Así logra la velocidad, la urgencia, y la escala requeridas en este momento. A esto lo denominamos La Calza de la CRC. 

La Calza

La Calza representa el poder transformador del CRC—combinando de forma poderosa las acciones dentro de estos pilares para interrumpir y desplazar la economía extractiva, creando un modelo nuevo que pueda llevar a una economía democrática desde lo local hasta lo global.

La metodología comprobada de TDC implementa esta Calza a través de un acercamiento de aprendizaje indagatorio. Ésto, a su vez, produce una serie de acciones que—tomadas juntas—funciona como una Calza para democratizar la economía local a través de pasos prácticos, concentrados, y realizables. TDC está desarrollando las herramientas—de talleres, informes, guías prácticas—y Comunidades de Práctica con los recursos, apoyo, y experticia necesaria para tomar este movimiento de los márgenes a la corriente principal.

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